
María es mencionada por su nombre por primera vez al escribirse el evangelio más antiguo, el evangelio según san Marcos, pero de forma tangencial. En el evangelio según san Mateo se la menciona con motivo de la narración de la concepción milagrosa de Jesús y de su nacimiento y huida a Egipto. Aquí el evangelista menciona que es María aquella de quien habló el profeta Isaías al decir: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, que traducido significa: "Dios con nosotros". El evangelio según san Lucas es el que más datos da sobre María, al desarrollar con más detalle los temas de la infancia de Jesús, algunos de los cuales se amplían más abajo: la Anunciación, la Visita a Isabel, el Nacimiento de Jesús, la Presentación de Jesús en el Templo (aquí el anciano Simeón le profetiza: a ti misma una espada te atravesará el corazón, aludiendo al dolor de María durante la Pasión de su Hijo) y la pérdida de Jesús y su hallazgo en el templo. También es san Lucas quien dice que María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. En el evangelio según san Juan, Jesús hace su primer milagro a pedido de ella, en Caná. Y en la cruz, la entrega como madre a san Juan mismo, y san Juan es entregado a María como hijo. La teología católica y ortodoxa destaca, a raíz del milagro de Caná, la eficacia de la intercesión de María ante su Hijo; y en la entrega al pie de la cruz, la proclamación simbólica de María como Madre de la Iglesia, es decir, de todos los cristianos, figurados en la persona de Juan. También se le menciona en los Hechos de los Apóstoles como miembro destacado de la comunidad cristiana primitiva.
María en ese momento era prometida de José de Nazaret, quien era carpintero. Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de María con San José. Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas doncellas a partir de esa edad podían desposarse. El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era preciso. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho, donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.
María, ya embarazada, visita luego a su prima Isabel, ya que el ángel Gabriel le había anunciado que también ella, aunque ya anciana, estaba encinta, señal de que para Dios no hay imposibles. Viaja María a la ciudad de Judá, que actualmente se conoce como la ciudad de Aim Karim situada a seis kilómetros y medio al oeste de Jerusalén. Al llegar María los evangelios narran que el niño que tenía Isabel en su vientre dio un salto que fue interpretado como de alegría, Isabel reconoce luego a María como la "Madre de su Señor" y la alaba, María responde a Isabel con un canto de alabanza ahora llamado como "Magnificat" canto inspirado en varios salmos que María debía conocer. En él, María predice que "todas las generaciones la llamarán bienaventurada".
Lucas narra el nacimiento de Jesús señalando las circunstancias del suceso. Ante un edicto de César Augusto que ordenaba un censo, José y María viajan desde Nazaret en Galilea hacia Belén en Judea. Estando en Belén, llegó la hora de dar a luz y María no tiene un lugar para hospedarse mientras que Jose buscaba posada todas ellas estaban llenas por el censo, a esto el único lugar disponible es un pesebre del cual les sirvió de refugio para el nacimiento de Jesús.
María en ese momento era prometida de José de Nazaret, quien era carpintero. Los relatos evangélicos se inician después de los desposorios de María con San José. Según la tradición judía de aquel momento, los jóvenes varones se desposaban entre los dieciocho y veinticuatro años, mientras que las jóvenes mujeres a partir de los doce años eran consideradas doncellas a partir de esa edad podían desposarse. El matrimonio judío tenía dos momentos, desposorio y matrimonio propiamente dicho: el primero era celebrado en la casa de la novia y traía consigo acuerdos y obligaciones, aunque la vida en común era preciso. Si la novia no había estado casada antes se esperaba un año después del desposorio para llegar a la segunda parte, el matrimonio propiamente dicho, donde el novio llevaba solemnemente a la novia desde la casa de sus padres a la de él.
María, ya embarazada, visita luego a su prima Isabel, ya que el ángel Gabriel le había anunciado que también ella, aunque ya anciana, estaba encinta, señal de que para Dios no hay imposibles. Viaja María a la ciudad de Judá, que actualmente se conoce como la ciudad de Aim Karim situada a seis kilómetros y medio al oeste de Jerusalén. Al llegar María los evangelios narran que el niño que tenía Isabel en su vientre dio un salto que fue interpretado como de alegría, Isabel reconoce luego a María como la "Madre de su Señor" y la alaba, María responde a Isabel con un canto de alabanza ahora llamado como "Magnificat" canto inspirado en varios salmos que María debía conocer. En él, María predice que "todas las generaciones la llamarán bienaventurada".
Lucas narra el nacimiento de Jesús señalando las circunstancias del suceso. Ante un edicto de César Augusto que ordenaba un censo, José y María viajan desde Nazaret en Galilea hacia Belén en Judea. Estando en Belén, llegó la hora de dar a luz y María no tiene un lugar para hospedarse mientras que Jose buscaba posada todas ellas estaban llenas por el censo, a esto el único lugar disponible es un pesebre del cual les sirvió de refugio para el nacimiento de Jesús.
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